
Espacios para compartir.
M. y E., propietarios de una vivienda en la sierra de Madrid y a los que siempre les ha encantado disfrutar de las reuniones con sus amigos, querían incorporar en la planta baja de la casa una pequeña cocina de servicio, en un espacio exclusivo para el ocio.
En esta ocasión la cocina debía de ser de dimensiones reducidas, aunque con todo lo necesario para no tener que desplazarse a la planta principal.
Se plantea un lineal de cocina color antracita, con una trasera metálica y una repisa en vidrio que le aporta, junto con el color de la cocina, un estilo industrial muy acorde con el resto de la estancia.
Estamos seguros de que será participe de divertidos encuentros.